Él está en los detalles

junio 07, 2020




Waiting for answers, por Jenedy Paige

"Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas obrarán juntamente para su bien, para los que conforme a su propósito son llamados."  Romanos 8:28

Esta es una de mis escrituras favoritas. Y hoy quiero hablar sobre un tema tan importante para mi. Y basar mis palabras en dos discursos que han sido de gran ayuda en mi vida.
Hoy quiero escribir sobre el conocimiento perfecto que tiene Dios de quiénes somos. De dónde estamos, de qué deseamos, de qué necesitamos y de lo que merecemos. Hoy quiero escribir sobre la omnisciencia de nuestro Padre Celestial. 

Este tema es algo de lo cual obviamente aún no tenemos todo el conocimiento, porque justamente por ser la omnisciencia del Señor no podemos llegar a  imaginar todo lo que Él conoce, pero específicamente tengo un testimonio de que el Señor conoce nuestras vidas y se preocupa especialmente por nosotros, por quienes somos ahora y quienes llegaremos a ser.

Todos, en algún y varios momentos nos hemos preguntado el porqué de alguna situación o experiencia que estuviéramos atravesando. Generalmente pensamos que es porque "tenemos algo que aprender de eso", y de hecho, si tenemos al Espiritu Santo por guía, siempre aprendemos algo de nuestras pruebas. Lo interesante de esto también es que no solamente atravesamos algunas situaciones para aprender, pero también porque estas situaciones pueden llevarnos a donde realmente Dios quiere que estemos. Estas situaciones pueden elevarnos a donde Dios quiere elevarnos. O quizás, como he escuchado por ahí, muchas veces "Los rotundos 'NO' del Señor pueden ser el preludio para un gran 'SÌ'.

"Una importante y reconfortante doctrina del evangelio de Jesucristo es que nuestro Padre Celestial tiene un amor perfecto por Sus hijos. Debido a ese amor perfecto, Él nos bendice no solo de acuerdo con nuestros deseos y necesidades, sino también según Su infinita sabiduría."

Como sabemos, los caminos de Dios no son nuestros caminos, Él sabe más de nosotros de lo que nosotros sabemos de nosotros mismos, Él nos conoce desde antes de nacer, Él es nuestro Padre y por ende sabe cómo fuimos, cómo somos y conoce nuestro potencial. 



El Señor participa en nuestras vidas


"Ustedes y yo podríamos llamar ‘coincidencia’ a dichas confluencias; es comprensible que los mortales usen esa palabra, pero coincidencia no es un término apropiado para describir las obras de un Dios omnisciente. Él no hace las cosas por ‘coincidencia’, sino… por ‘designio divino’” Elder Neal A. Maxwell

Ojalá pudiéramos tener una máquina del tiempo para adelantarnos y ver lo que pasará, pero si fuera así, no tendría sentido. Estamos aquí para confiar con paciencia, por esto me encantan las palabras de nuestros Profetas actuales, siempre que leo sus palabras me llenan de fe y esperanza hacia el futuro. No siempre es fácil confiar, pero como todo lo bueno, requiere práctica y esfuerzo, requiere dedicación, requiere hábitos, y empezar una y otra vez. También cada persona recibe ánimo o consuelo de manera diferente, en mi caso cuando leo los mensajes de los profetas y escucho música de la iglesia puedo sentir el amor y el aliento de mi Padre Celestial para confiar en sus planes.

"El Padre está al tanto de nosotros, conoce nuestras necesidades y nos ayudará de manera perfecta. A veces, esa ayuda se da en el momento exacto —o al menos poco después— en que pedimos la ayuda divina. Otras veces, nuestros deseos más fervientes y dignos no se responden de la manera que esperamos, pero descubrimos que Dios tiene mayores bendiciones reservadas para nosotros. Y en ocasiones, nuestros deseos justos no se nos conceden en esta vida."

"Sé que, como Padre amoroso y omnisciente, Él responde nuestras oraciones de manera perfecta, de acuerdo con Su infinita sabiduría y en formas que serán para nuestro mayor beneficio y bendición."


Por designio divino


“‘Existe una influencia celestial sobre todas las cosas. A menudo, cuando suceden las cosas, no es por accidente. Un día, cuando miremos atrás a aquello que pareció coincidencia en nuestra vida, nos daremos cuenta de que quizás, después de todo, tal vez no haya sido así’” Presidente Thomas S. Monson


Han habido experiencias muy especiales en mi vida en que he sentido con toda seguridad que el Señor me daba paz, sentía su abrazo y sabía que Él estaba ahí, no solamente porque me consolaba o me enseñaba, sino porque sabía que Él de alguna forma estaba interviniendo por mi. Yo sentía que Él me conocía y que en ese momento, Él sabía perfectamente lo que era mejor para mi. Por eso puedo compartir con ustedes cuán agradecida estoy por tener a alguien que sabe mejor que  yo, lo que necesito y lo que merezco. Alguien que me cuida todo el tiempo, que vela por mi seguridad y mi bienestar, que sabe lo que me va a dar felicidad plena. Hoy me siento más que feliz porque puedo compartir mis sentimientos y también cómo el Señor ha bendecido mi vida de esta manera.


"Sé que el Señor nos moverá sobre aquel imaginario tablero de ajedrez para hacer Su obra. Lo que podría parecer una oportunidad al azar está, de hecho, dirigido por un amoroso Padre Celestial, quien puede conocer el número de cabellos en cada cabeza. Ni siquiera un pajarillo cae a tierra sin que lo note nuestro Padre. El Señor se ocupa de los pequeños detalles de nuestra vida, y esos incidentes y oportunidades han de prepararnos para elevar a nuestra familia y otras personas conforme edificamos el Reino de Dios en la tierra. Recuerden, tal como el Señor dijo a Abraham: “Conozco el fin desde el principio; por lo tanto, te cubriré con mi mano”"


Estoy agradecida porque sé que el Señor va delante de nuestra faz, como dice en Doctrina y Convenios. La noche en que se me apartó como misionera de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, mi Presidente de Estaca compartió esa escritura conmigo y con mi familia, y esa escritura me acompañó toda la misión. Me recordaba no solamente que no estaba sola y que ángeles nos acompañaban a mi compañera y a mi, sino que el Señor incluso ya conocía a las personas que yo iba a conocer, porque si iba delante de mi faz, entonces con seguridad Él podía ver cosas que yo no podía ver, y así se da en nuestras vidas también. Él ve las cosas que nosotros no podemos ver. Él se ocupa de los detalles de nuestras vidas así como de los sucesos importantes.

"Confía en Jehová con todo tu corazón,
y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos,
y Él enderezará tus veredas" Proverbios 3:5-6

Discursos:
Respuestas a las oraciones, por Brook P. Hales
Designio divino, por Ronald A. Rasband

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